20050327

Matar el tiempo


Simplemente: tiempo Posted by Hello

- Serian 3 riojas y 2 lambruscos de nuevo ¿verdad? -preguntó la camarera- ¿y de comer?
- Sí, 2 cherigans de york y queso, 2 brochetas de la casa y una de aguja -dijo mi amigo, mientras dejaba la carta de tapas sobre la mesa.

Recorrió con la mirada a las chicas y a mi, a la vez que jugaba con una servilleta- ¿y qué vais ha hacer esta noche?
- Pues no sé -contestó la que se sentaba junto a la chica de mi amigo- ¿y tú?
- Yo mataré un poco el tiempo y luego iré a casa -le respondí.
- Quien mata el tiempo no es un asesino, es un suicida -comentó la última chica a la vez que sacaba un cigarrillo- ¿teneis fuego?.
- No estoy seguro -discrepé.
- ¿De si tienes fuego? -respondió vacilandome.
Un extraño silencio se formó a falta del murmullo del bar y los videoclips de los televisores que se sujetaban sobre nuestras cabezas, y tras unos segundos rompimos en carcajadas.

Pronto llegó nuestra última ronda y entre trago y trago acabamos la reunión.

Al salir me crucé con ella y recordé de nuevo que tenia que matar el tiempo, o para ser mas preciso: su tiempo.
- Hola guapísima
- Hola guapo ¿no te vas con esta gente?
- Tengo algo que hacer...
- Eh... bien, hace mucho que no te veia -sonrilló- a ver cuando nos vamos de vinos -aun me resultaba extraña la expresión "ir de vinos", puede ser una tontería pero aunque ninguno consumiamos cerveza generalmente, lo que habitualmente deciamos era "ir de cañas".
- A ver, chao.

Me dirigí a mi automóvil y del maletero recogí la escopeta liada en el mismo paño fucsia en que me la envolvieron cuando esa misma mañana la recogí de la armería- Está perfectamente calibrada señor ¿va de caza?- me dijo la dependienta, hice una mueca graciosa y la guardé.

Me dirigí a lo mas alto del mas alto edificio (me gusta como suena esta expresión, me recuerda a los cuentos de adas) y tras franquear el portalón donde nadie me interrogó sobre mi destino subí hasta la última planta del edificio, donde me acomodé en las escaleras y preparé su final a través del tragaluz de las mismas.

Allí te esperé toda la tarde y toda la noche pero no aparecistes.
Al sacar el tabaco de la gabardina, se me enganchó la cartera y esta calló al suelo. Cuando me disponía a recogerla ví una foto de alguien muy especial con quien deberia de haber acabado primero y empecé a dudar.

Miré por el objetivo nuevamente tras la primera calada y allí estabas, totalmente sola, me habias hecho esperar mucho, pero al fin eras mia. Acaricié el gatillo y te seguí con la mirilla. Dí una nueva calada y descargué la munición.

Esta calló ruidosa en el rellano del piso.
Recogí mi equipo y me dispuse a marchar.

Allí quedaron las balas desperdigadas, no intenté volver por ellas, daré una tregua antes de matar de nuevo.